San Bernardino de la Candela
Alfredo Velázquez Valle.
Candela, es uno de los treinta y ocho municipios confederados del Estado y está situado geográficamente en la región centro-oriente de la entidad; cuenta con una extensión territorial de 2,305.50 kilómetros cuadrados y tiene colindancia inter-estatal con Nuevo León.
Su historia en mucho se asemeja a la de otras poblaciones coahuilenses; un pasado prehispánico y colonial y, un proceso compartido de transformaciones urgidas por los tiempos, por las circunstancias, le han dado la actual fisonomía.
Habitado por tribus chichimecas, a las cuales llamó el historiador coahuilense, don Vito Alessio Robles, “bárbaros gallardos del norte”, este territorio recibió la llegada de los colonizadores hispanos (personificados en Fray Esteban Martínez) con cierta benevolencia y para finales de 1690 se fundó una misión franciscana con indios catujanos, cacafes, milijais y tilalajas y con tlaxcaltecas llevados desde Santiago del Saltillo.
La vida de esta misión fue dura en muchos sentidos –y ¿cuál de entre ellas no la tuvo difícil?-. Las circunstancias obligaron, las más de las veces, a soportar los rigores de la amenaza constante de indios insumisos, encomenderos ambiciosos de tierras fértiles y al constante despoblamiento por lo uno o por lo otro.
Hemos comentado, en ocasiones pasadas, que para fines de siglo XVIII la provincia de Coahuila se encontraba en el cenit del despoblamiento y de la ingobernabilidad lo que hacía imposible el desarrollo económico y cultural de la zona y a esto no fue ajeno San Bernardino.
No obstante, Candela sobrevivió a esta crisis y para finales de siglo XIX, parecía se había restablecido cierta paz (la pax porfiriana, por supuesto) y la bonanza económica parecía asomar, también, en el contexto de un México que, sin embargo, estaba dividido en más de un aspecto, como el de la opulencia y la pobreza; abismo insondable y peligroso.
En esta ocasión te presentamos una breve panorámica del estado que guardaba la instrucción pública en este Municipio llamado a partir de 1890 “Romero Rubio”, en honor a la esposa del presidente de la República (igual había sucedido con Villa Acuña y Piedras Negras a las cuales se denominó Garza Galán y Cd. Porfirio Díaz respectivamente).
Empecemos diciendo que los datos estadísticos que a continuación vienen son los primeros informes condensados que se guardan con respecto al ramo educativo de este Ayuntamiento y ello debido a que recién se había creado la Dirección de Instrucción Primaria del Estado cuyo primer Director, profesor Andrés Osuna Hinojosa, ya lo hemos dicho también, se daba a la tarea de reglamentar, uniformar, el quehacer educativo que anteriormente estaba a cargo de los Municipios y Juntas de Estudios independientes y descoordinadas unas de otras.
Perteneciente al Distrito Escolar de Monclova (o del Centro), esta municipalidad contó sólo con dos escuelas oficiales ubicadas en la propia cabecera al menos hasta octubre de 1911 en que surge la escuela rural mixta de Santiago Valladares; careciendo, en consecuencia, de establecimientos educativos en rancherías, haciendas o congregaciones, la acción docente quedó reducida así a un ámbito demasiado estrecho.
Otra constante en esta localidad: las dos escuelas municipales compartieron el hecho triste de haber carecido de maestros normalistas titulados. El primero en llegar será el profesor Carlos Morales Sánchez y lo hará a finales de 1911 como Director de la Escuela Oficial para Niños; el segundo en hacerlo, y sustituyéndolo, arribará hasta marzo de 1916. Su nombre: Bruno R. Fabián.
Romero Rubio, como otras localidades del Estado, poco pudo hacer por sortear el aislamiento y la carencia de recursos que desembocaron en el descontento popular que dio inicio a la Revolución Mexicana de 1910. La carencia casi absoluta de útiles escolares, profesores titulados, locales adecuados para la enseñanza y los bajos sueldos aunados a métodos de enseñanza anacrónicos fueron fiel reflejo de la escuela coahuilense porfirista que terminó por colapsar y dar paso a una era de transformaciones que revolucionó, entre otras muchas cosas, el quehacer educativo.
Sin otro pre-ambulo te damos a conocer algunos datos estadísticos correspondientes a Candela que contenemos en este Archivo Histórico de la Secretaría de Educación.
Escuela Oficial para Niños Número 1 de Segunda Clase
Grados Escolares: I, II, III y IV
Materias impartidas por grados
I Moralidad y Urbanidad, Lengua Nacional, Aritmética y Sistema Métrico, Dibujo y Gimnasia;
II Moral y Urbanidad, Lengua Nacional, Aritmética y Sistema Métrico, Geometría, Dibujo, Gimnasia, Caligrafía, Geografía e Historia Patria;
III Moral y Urbanidad, Lengua Nacional, Aritmética y Sistema Métrico, Geometría, Dibujo, Gimnasia, Caligrafía, Geografía, Historia Patria, Instrucción Cívica y Ejercicios Militares;
IV Moral y Urbanidad, Lengua Nacional, Aritmética y Geometría, Dibujo Gimnasia, Caligrafía, Geografía, Historia Patria, Instrucción Cívica, Ejercicios Militares y Ciencias Físicas y Naturales.
Alumnos
Por grado: I Grado, 33 II Grado 25, III Grado 12 y IV Grado 16, Total: 86
Maestros
Benjamín F. Guajardo Director y profesor de III y IV, Sueldo $75.00
Juan A. Muñoz Primer Ayudante II Sueldo $35.00
Julián G. de la Garza, Segundo Ayudante I Sueldo $15.00
Romero Rubio, a 31 de octubre de 1898
Escuela Oficial para Niñas Número 1 de Segunda Clase
Grados Escolares: I, II y III
Materias Impartidas por Grados:
I Moral Práctica, Lengua Nacional, Enseñanza Intuitiva, Aritmética, Geometría y Gimnasia;
II Moral Práctica, Lengua Nacional, Enseñanza Intuitiva, Aritmética, Geometría, Gimnasia, Geografía, Historia, Instrucción Cívica y labores;
III Moral Práctica, Lengua Nacional, Enseñanza Intuitiva, Aritmética, Geometría, Dibujo, Gimnasia, Caligrafía, Geografía, Historia, Instrucción Cívica y Labores.
Alumnos
Por grado: I Grado 54, II Grado 14 y III Grado 6 Total: 74
Maestras
María Fuentes Fragoso Directora Sueldo $60.00
Trinidad Fuentes Fragoso Ayudante Sueldo $20.00
Romero Rubio a 31 de octubre de 1898
Por último, para septiembre de 1901 la planta de maestros cambio en ambas escuelas, resultando de ello el siguiente personal: Vicente F. Hernández (Director), José María Garza Santos (Ayudante) y Antonio Garza (Ayudante) para la Escuela de Niños y Felicitas E. González (Directora), Josefa González (Ayudante) y Francisca Guevara (Ayudante) para la de Niñas Número 1.
En 1910 se concluye el primer legajo de Informes Estadísticos Escolares llevando, en sus apergaminadas hojas, el registro de antiguos maestros decimonónicos (no titulados) y con una población escolar que sobrepasaba el centenar de infantes en ambas escuelas.
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